Tras la semana santa, Murcia se viste de gala y celebra sus
Fiestas de Primavera. Son unas festividades muy arraigadas en la tradición, donde la ciudad vuelve sus ojos hacia la huerta, que antaño la rodeaba y hoy ha perdido todo su lustre en aras de un urbanismo capitalino. Durante estos días podemos degustar la típica cocina de la huerta de Murcia en alguna de las "barracas" (recintos al aire libre construidos y mantenidos por las Peñas Huertanas). De entre todos lo platos que se pueden degustar creo que tiene una singular aceptación un postre que heredamos de la cultura culinaria árabe: los
paparajotes. Se trata de un simple buñuelo, bien aderezado de canela y limón, que se fríe envolviendo a una hoja de limonero.
Como no podía ser de otra forma, los paparajotes también has servido de inspiración culinaria y hace unos años, uno de los grandes cocineros jóvenes murcianos,
Juan Lax, lanzó su tarta de paparajotes. No he tenido la fortuna de poder probarla, pero sí me ha despertado el interés por hacer algo de repostería con esa misma base. He visto que ya han habido incursiones para hacer tartas con paparajotes y sirvan de ejemplo los realizados por
Mabel, en Pasteles de colores, o
Marietta, en Sweets&Gifts. (NOTA, añadida el 27 de abril:
Encarna también ha preparado su versión en Mis Masas y Mis Dulces).
Mi idea ha ido por otros derroteros y se ha centrado en otro postre tradicional, como es el arroz con leche. El cruce de una masa frita, de fuerte sabor a limón y canela, con la melosidad del arroz con leche, que comparte esa querencia por el limón y la canela, me pareció apropiado para aventurarme en la parte dulce de la cocina, que tanto me cuesta llevar a cabo.
Como peculiaridad, decir que he utilizado un poco de agar-agar para dar consistencia al arroz con leche y no acabara su jugo todo desparramado por el plato.
El resultado me ha resultado espléndido. Un postre, no excesivamente dulce con los ingredientes que describo, que deja en la boca un sabor a huerta y fiesta. Para acompañarlo, nada mejor que un buen café de puchero con sus goticas de anís seco.